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olmo

Tal vez el olmo no haya tenido entre los pueblos antiguos la misma relevancia y significado que otros árboles, como el roble o el tejo, pero éste, a diferencia de los otros, ha sido un árbol de pueblo, de vecindario, de paisanos, donde los acontecimientos más sencillos de la comunidad se han contado a su lado, donde los ancianos tenían su sitio a la sombra, en el poyete que lo bordeaba, en las largas tardes del estío, donde la chiquillada ha ahogado con sus griteríos de juegos el silencio de la siesta y el trinar de los pájaros; representando a lo largo de muchos siglos el lugar de reunión, de encuentro y paseo de las gentes sencillas. Él ha sido el centro de la vida y de las villas, el amigo, el compañero, que cuando muere se le hecha de menos. Él en definitiva ha sido el árbol del pueblo.

*escrito griego.

“No os engañéis. En la profundidad del corazón de un bosque de olmos, cada árbol tiene una historia oculta, legendaria y mágica que contar; y sólo la relatará a quien comprenda que en su madera, sus raíces y sus ramas, que parecen siempre buscar el cielo, late la vida de un ser majestuoso”



El olmo (Ulmus carpinifolia), tiene muchas variedades denominadas Ulmus glabra o Ulmus montana y Ulmus minor o Ulmus campestris . Muchas de estas especies se encuentran en Asturias, pero en Castilla suele asentarse el ulmus campestres. Hay otras especies en el mundo como el rojo americano, blanco americano, olmo japonés, etc. Ulmus era el nombre dado por los romanos a este ábol.

El olmo es un árbol de porte elegante, perteneciente a la familia de las ulmáceas. Suele alcanzar alturas muy respetables. El tronco está recubierto por una corteza acorchada, que es de donde se obtienen los productos de interés terapéutico. Las ramas son lisas y suberosas y tienen hojas alternas, brillantes y aovadas, surcadas por múltiples nerviaciones y con bordes aserrados. Las flores son pequeñas y de color rojizo. El fruto está constituido por una sámara que contiene una semilla. Se cría de forma natural en sotos y riberas, ya que prefiere las tierras frescas y profundas. Suele formar extensas olmedas, a no ser que se entremezcle con otros árboles, como álamos o alisos, constituyendo entonces arboledas mixtas.


A un olmo seco
Antonio Machado

Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo
algunas hojas verdes le han salido.

¡El olmo centenario en la colina
que lame el Duero! Un musgo amarillento
le mancha la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento.

No será, cual los álamos cantores
que guardan el camino y la ribera,
habitado de pardos ruiseñores.

Ejército de hormigas en hilera
va trepando por él, y en sus entrañas
urden sus telas grises las arañas.

Antes que te derribe, olmo del Duero,
con su hacha el leñador, y el carpintero
te convierta en melena de campana,
lanza de carro o yugo de carreta;
antes que rojo en el hogar, mañana,
ardas en alguna mísera caseta,
al borde de un camino;
antes que te descuaje un torbellino
y tronche el soplo de las sierras blancas;
antes que el río hasta la mar te empuje
por valles y barrancas,
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.


El olmo es un árbol de porte elegante, perteneciente a la familia de las ulmáceas. Suele alcanzar alturas muy respetables. El tronco está recubierto por una corteza acorchada, que es de donde se obtienen los productos de interés terapéutico. Las ramas son lisas y suberosas y tienen hojas alternas, brillantes y aovadas, surcadas por múltiples nerviaciones y con bordes aserrados. Las flores son pequeñas y de color rojizo. El fruto está constituido por una sámara que contiene una semilla.
Se cría de forma natural en sotos y riberas, ya que prefiere las tierras frescas y profundas. Suele formar extensas olmedas, a no ser que se entremezcle con otros árboles, como álamos o alisos, constituyendo entonces arboledas mixtas.

El olmo es un árbol de porte elegante, perteneciente a la familia de las ulmáceas. Suele alcanzar alturas muy respetables. El tronco está recubierto por una corteza acorchada, que es de donde se obtienen los productos de interés terapéutico. Las ramas son lisas y suberosas y tienen hojas alternas, brillantes y aovadas, surcadas por múltiples nerviaciones y con bordes aserrados. Las flores son pequeñas y de color rojizo. El fruto está constituido por una sámara que contiene una semilla.
Se cría de forma natural en sotos y riberas, ya que prefiere las tierras frescas y profundas. Suele formar extensas olmedas, a no ser que se entremezcle con otros árboles, como álamos o alisos, constituyendo entonces arboledas mixtas.

Florece durante el invierno y la primavera. De este árbol la parte que interesa es la corteza, que es recolectada cuando tiene al menos dos años, pues antes no es muy rica en principios activos. Cuando se arranca del árbol, se pone a secar al sol para, seguidamente, pulverizarla y guardarla en recipientes herméticos

El olmo muerto
Adrián Martínez Tierno

Olvidémosnos
del olmo muerto y podrido
que no fue el inspirador
del verso bello y florido.

Y al olmo viejo, hendido por el rayo,
dediquemos noble monumento
en nuestra Plaza Mayor
frente al Ayuntamiento.

En el solar que ocupa una casa
que no debió de ser construida
y que a una iglesia mantiene
mancillada y escondida.

Allí, junto a la Audiencia,
para que, cuando el reloj de la una,
sea la soriana plaza
¡más bella! bajo la luna.


Se extiende por una gran parte del hemisferio norte. Las dos especies americanas ocupan la zona oriental de Canadá y Estados Unidos. El olmo japonés se encuentra en todo el archipiélago que le da nombre. Las especies europeas se extienden por toda Europa excepto los países nórdicos, Turquía, se adentra en poco en el continente asiático y la costa mediterránea de África.

Forman parte del bosque fresco en compañía de arces, fresnos, avellanos y tilos. Era fácil de encontrar en los bordes de las carreteras y caminos e incluso en jardines, sin embargo la enfermedad que lo aqueja desde hace décadas, la grafiosis, ha hecho estragos dejándolo prácticamente desaparecido al igual que los olmos del resto de Europa y América.

La grafiosis esta producida por el hongo Ceratocystis ulmi, ya en 1919 produjo estragos entre la población de olmos holandesa por lo que la a esta enfermedad del olmo se la conoce también por "enfermedad holandesa del olmo", en los años treinta se había extendido por toda Europa llegando a la península Ibérica. En décadas posteriores prácticamente desaparece y no cobra importancia hasta la década de los sesenta donde reaparece con especial virulencia originando la muerte de millones de árboles.

En la península penetra por los Pirineos en los años ochenta extendiéndose rápidamente por toda ella, en 1981 es detectada en Asturias y desde entonces a afectado a prácticamente la totalidad de los olmos maduros. Los agentes propagadores de este hongo tan dañino son unos pequeños insectos, Scolytus scolytus y scolytus multistriatus, que apenas miden 7 y 3,5 milímetros respectivamente. Estos insectos están asociados de siempre al olmo donde viven y se reproducen, después de pasar la etapa de pupas los insectos ya adultos vuelan en busca de otro olmo transportando esporas del hongo, que de esta manera va a infectar nuevos ejemplares, este vuelo no puede sobrepasar los 3 kilómetros por lo que en principio la distancia supone un freno al avance de la enfermedad, sin embargo con el tiempo esta llegando a todos los rincones. La grafiosis es tratada con fungicidas de forma que frenar su avance resulta costoso, la eliminación de ejemplares dañados debe de ser inmediata a fin de frenar su avance. Con todo ello el olmo en Europa esta casi desaparecido, el futuro quizás sea la introducción de nuevas especies de olmo resistentes a la grafiosis.


Sol de caminos…
Salgo Manzano

Soledad en este silencio, en este sol tendido…
Campo de retamales en tardes de estío.
Sedad de labios
Deseo;
De arreboles, mis manos.

Me voy a pensar e
En mis pensamientos
-única verdad que poseo-.
A pensar voy
A ver si existo
O si no existo
-esta nostalgia
Vive dentro de mi en ratos de recuerdos…
Voy por el camino ancho
Entre zarzales
-la noche rie,
Baila el agua del rio,
Cuece pucheros.
Luz pura de luna
Me entra en los ojos.
Al pie de un olmo l
La espero.

El árbol es de porte medio, entre 25 y 30 metros de altura, si bien en algunas ocasiones hubo olmos de gran tamaño como el "arbolón" de Avilés, talado en 1973 por causa del abandono y mal tratamiento que se le dio después de que quedara dañado a causa de un vendaval; el "negrillo del Reconquista" que fue un olmo de grandes proporciones situado delante del hotel de dicho nombre en Oviedo y al que otro vendaval consiguió derribarlo.

El tronco es recto teniendo la corteza lisa de color pardo grisácea en los ejemplares jóvenes, en los de mayor edad aparece con estrías verticales a lo largo de su tronco y ramas, el color de la corteza se vuelve más oscuro. El crecimiento es rápido al principio, ralentizándose en los ejemplares viejos que pueden alcanzar una relativa longevidad.

Las hojas son caducas, simples, alternas, ovales y puntiagudas. presentan una característica singular que consiste en ser asimétricas en los lóbulos inferiores. El tamaño es grande, entre 9 y 15 centímetros de largo y entre 5 a 8 de ancho, doblemente dentadas, con un pecíolo corto, el haz de color verde oscuro y el envés de un verde algo más claro. En Asturias, en años de escasez de hierba el follaje del olmo, como el de fresnos, robles y otros árboles, se administraba como comida al ganado.

La floración acontece entre Marzo y Abril, antes de la salida de la hoja, en grupos densos sobre las ramas delgadas, su color es verdoso o pardo rojizo. A finales de Abril o en Mayo madura el fruto que es de un tamaño de entre 2 y 3 centímetros, redondeado y plano, rodeado de un ala. Entre Mayo y Junio cae la semilla al suelo germinando a lo largo de ese mismo verano.


El color de su madera es marrón pálido un tanto rojiza, con anillos de crecimiento muy marcados que le otorgan gran belleza, textura gruesa y grano irregular, las fibras entrelazadas en distintas direcciones lo cual de confiere gran resistencia y la hace ser difícil de hender.
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Las Lágrimas de los olmos
Toronja y Chocolate

Y ha llegado el otoño,
con su sereno vestido de lluvia,
colándose por esas pequeñas grietas
que en los corazones suelen dejar
los sentimientos olvidados.

Lloran los olmos lágrimas amarillas
que se desgranan y caen sobre la hierba
con el estampido de mil adioses

Las almas se retraen
tras las ventanas mojadas,
dibujando recuerdos
sobre el vaho de los cristales del tiempo.
No será este otoño, quizás,
en el que muera la poesía.
Porque será un otoño también
de ilusiones enmarañadas
en alambre de espino.

Sera un otoño, al fin y al cabo,
que necesite de la poesía.


Tiene una densidad media, en torno a 675 Kg./m3. Considerada dura, la velocidad en el secado es rápida dando lugar a deformaciones, torceduras y hendiduras. Es poco resistente a hongos y a insectos, si es muy resistente a la humedad.

Por esta última cualidad se empleo de siempre en elementos que están en contacto con el agua como en la fabricación de pesqueros y otro tipo de embarcaciones así como en los embarcaderos, en pilotaje de construcciones como el caso del puente Rialto de Venecia, e incluso, en la antigüedad, como conducto de agua ahuecado los troncos. Por su resistencia en general y a la presión en particular se utilizó en apuntalamientos, en carretería, fabricación de herramientas, y carpintería en general; por su resistencia a hender es usada para pilones de carnicero; por su nobleza y belleza en tornería, confección de bolos y escultura, como es el caso de Henry Moore que la eligió para muchas de sus obras.

El corte de gubias y formones es limpio y el acabado muy bueno, resulta ser una madera muy dura para la talla y para el torneado es una madera de las más estéticas y con un mejor comportamiento , como dijimos los anillos marcados y su color le dan un acabado único a las piezas.

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Relación de pueblos de Guadalajara, donde tiene “el olmo” un lugar en su historia :

Alboreca. Murió en 1987. Los tocones están tirados en una de las escombreras del pueblo. En su lugar han plantado moreras.
Aldeanueva de Guadja. Se encontraba situado en una de las plaza. Una vez seco se conservó su tronco durante varios años.
Amayas. stá situado en la antigua escuela. El que estaba en la plaza se secó y lo retiraron para acondicionarla y hacer un frontón.
Anguix. Este pueblo que se ha convertido en una finca particular, tiene varios árboles notable; uno de ellos es un pino piñonero, al que se le estima una edad, según se cuenta, de 600 años y un olmo en buen estado de salud de 200 años, situados en la calle principal.
Aragoncillo. Situado en la ermita. El tronco se encuentra tirado en una escombrera. En su lugar se ha plantado un plátano de sombra.
Bocigano. En los años noventa había una olma en buen estado en la plaza, con el tronco relleno de piedras y barro o cemento.
Bujalaro.Estaba situado en la plaza.
Cabida.Los mozos del pueblo se lo llevaron, a pesar de la oposición de los vecinos.
Cortes de Tajuña.En la Plaza Mayor hubo hasta hace pocos años un gran olmo, que murió como muchos otros a causa de la grafiosis.
Durón. Tres olmas de gran tamaño existieron en el pueblo. Una en el pilar, otra al entrada del pueblo y la última en la Plaza Mayor. Testimonio de ello lo atestiguan los numerosos escudos blasonados que existen en algunas casas del pueblo. En la actualidad se ha plantado en la plaza del ayuntamiento y de la iglesia un plátano de sombra y un olmo siberiano (Ulmus pumila). En este pueblo nació mi madre.
Guadalajara (ciudad). Un olmo situado en la plaza de Bejanque. Se le calcula una edad de 200 años. En la actualidad está siendo tratado contra la grafiosis.
Gualda. Dos olmos tenía el pueblo, uno el que murió en una placita pequeña el otro, aún vivo en la plaza.
Guijosa. Este pueblo también tuvo su olmo.
Henche. Al parecer la olma de la plaza de Henche sigue viva. En este pueblo nació mi tía Mercedes Roca, hermana de mi madre.
Horna. El olmo de este pueblo se encontraba en el patio de la iglesia.
Hita En una de sus calles hay un par de olmos alineados de una edad no inferior a los 100 años.
Huertahernando. Situado delante del atrio de la iglesia. Ejemplar joven que destaca de los otros árboles plantados posteriormente. Muy sano.
Luzaga. En este pueblo aún queda algún olmo en algunas de sus plazas.
Mandayona. Un gran olmo hubo en la plaza.
Maranchón. El paseo que va a la ermita se encuentra franqueado por olmos. Cuenta la leyenda que la virgen de esta ermita en 1114 se le apareció a un pastor del lugar sobre una sabina, llevando en sus manos una rama de olmo.
Matas. En este despoblado existe un gran tocón a las afueras de lo que fue el pueblo.
Milmarcos. Situados en la plaza. Había dos olmos, uno plantado en 1646 y el otro en 1746.
Ocentejo. Situado en la plaza. Otros cuatro que había se quemaron. Bajo su sombra se jugaba a los bolos.
Palancares. Situado en la plaza del pueblo.
Pareja. Situado en la plaza. Se le calcula unos 200 años. Es el emblema del pueblo, apareciendo en el escudo municipal. Hay un cantar en este pueblo que reza: “Una fuente en la plaza, y una olma vieja. Una cigüeña pasa sobre pareja”. Es tan fuerte el apego que le tienen los vecino a la olma, que durante las fiestas patronales, casi le pegan una paliza a unos jovencitos borrachos que troncharon una de sus ramas.
Peñalba de la Sierra. Situado en la plaza.
Riba de Saelices. Situado debajo de la cueva prehistórica de “Los Casares”, y al lados de un antiguo poblado árabe.
Ribarredonda. Situado en la plaza. Tronco cortado y usado de macetero para un nuevo árbol, un álamo.
Riosalido. En este pueblo había barios olmos, uno del que tan sólo queda el tocón estaba situado en la fuente, otro en el jardín de una casa caída y el último en la plaza, que fue arrancado. El escudo municipal tiene de emblema un olmo.
S. Andrés del Congosto. Las raíces de esta gran olma sirven de banco.
Sigüenza. Una hilera de olmo se levantan en el paseo de La Alameda, construido y trazado en 1804 por el obispo de Sigüenza, el granadino D. Pedro Inocencio Vejerano, durante el reinado de Carlos IV. En este paseo se encuentra un ejemplar curioso, denominado “El Pantalón”, por tener dos troncos y semejar dicha prenda. Cordine, en un viaje que realizó por la Alcarria en1795 ya nos habla de la presencia de estos. “La salida para Madrid, que es por la puerta de Guadalajara, tiene algunas filas de negrillos y chopos que llegan hasta el Henares, que se pasa por un puentecillo”. Otro ejemplar se puede encontrar en el convento de las Clarisas.
Tarabilla. La olma se encuentra situada en la Plaza de la Iglesia. El tronco fue rellenado con barro para “evitar que le entren plagas, ya que tiene buena salud”, según un vecino. La realidad es parece estar atacado por la grafiosis, aunque cada primavera “resucita”. Se desconoce su antigüedad, ya que no existe información documental, aunque según la tradición oral esta tiene tantos años como la iglesia, quinientos.
Tomellosa. En este pueblo existió un olmo de 7,2 m, llamado por los lugareños “ El cura y los monaguillos “ por encontrarse este entre dos nogales.
Torre de Valdealmendras. Del olmo tan sólo queda el tocón, impresionante. Debió de ser plantado en la época de la Constitución de Cádiz. Los zagales se suben a él por una serie de huecos que tiene el tronco. Se encuentra situado detrás de la plaza, rodeado de un pequeño jardín y protegido por un pequeño murete. Murió hacia 1985.
Utande. Varias olmas se encontraban dispersas por el pueblo. Una en la plaza, que según dicen daba sombra a toda ella. Otra en la Plaza El Cantón de la que se conserva el tronco seco. Una más en el recinto de juego de bolos. Unas más en la iglesia y otra a la entrada de la villa.
Valverde de los Arroyo. Situado en la plaza.
Fuencemillan.¿? Situado en la plaza.



En la literatura clásica española, se hacen continuas referencias al olmo u otros árboles, como encuentro de mozas y mozos para su divertimento o como encuentro de novios y amantes, aunque estos curiosamente, siempre aparecen en olmos al lado de fuentes, arroyos o riberas de ríos (ALÍN, 1991).

Juan de Martos Fragoso en “El sabio en su retiro y villano en su rincón”, cita un pueblo donde había un olmo como lugar escogido para las fiestas:

Este es el olmo, Martín
donde vienen a juntarse
los mancebos del lugar
a hacer sus fiestas y bailes.


Cervantes en “Persiles y Segismunda” relata:

“vamos con nuestros bailes al olmo,
que no se ha de estorbar
nuestra fiesta por niñería”.


Góngora igualmente hace referencia a los olmos o álamos negros, bien para satirizar a alguien; (es de interés recordar que al olmo también se le denomina “álamo negro”)

Al pie de un álamo negro,
y más que negro, bozal,
pues ha tanto que no sabe
Si no gemir o callar,
algo apartado de Esgueva,
porque el sucio Esgueva es tal
que ni aún los álamos quieren
delle sus pies a besar.
Afectuoso el olmo a la vid llama,
con ansia de que el néctar le encomiende,
y ella lo abraza y sus racimos henide
en la favorecida ajena rama.


Lope de Vega, GonÇálvez d`Andrada, Gustavo Adolfo Bécquer, Blas de Otero, Antonio Machado también lo han cantado, así como cientos de paisanos que han dejado salir de su interior poesías y canciones dedicadas a las olmas de sus pueblos y recogidas en los programas de fiestas de estos.

Más difícil es saber de donde partió la tradición de plantar un olmo en la plaza de los pueblos. Por el momento no hemos encontrado ningún indicio que nos confirme que esta partió de Carlos III. Si sabemos, que al promulgarse una de las primeras constituciones del siglo IXX, se plantaron olmos en la plaza de los pueblos, frente a los ayuntamientos constitucionales (LÓPEZ, 1989).

Igualmente se sabe que algunos pueblos plantaron sus olmos como imitación a otros más grandes, y que Carlos IV ante la falta de madera de álamo negro en las Maestranzas de Artillería de España promulga una Real Orden en 1798 para que se realice siembras y plantíos de olmos por todo el reino, existiendo la posibilidad de que para celebrar estas plantaciones se colocara uno en la plaza o a las afuera del pueblo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

preciosa página y referencias. Por favor, como Vd. bien menciona, hubo un hermoso y enorme Olmo en Mandayona. ¿Es alguno de las fotos? ¿Tiene referencia Vd. de él?
Muchas gracias.

Javier

Pedro Novella dijo...

En la iglesia de Villamiel (Burgos), grabada a la izquierda del arco de acceso al pórtico, recuerda el año en que se pusieron los olmos: AÑO DE 1822 SE PUSIERON LOS OLMOS. También se recuerda en la iglesia de El Royo (Soria): SE PUSO EL OLMO AÑO 1818. Era un acontecimiento...