mimbre

El Mimbre es una fibra vegetal que se obtiene de un arbusto de la familia de los sauces salix (principalmente Salix Viminalis, pero también Salix Fragilis y Salix Purpurea) y que se teje para crear muebles, cestos y otros objetos útiles.

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En el tejido se utiliza el tallo y las ramas de la planta, ya sea en todo su grosor para el marco o en lonjas cortadas longitudinalmente para el tejido propiamente tal.

A menudo, un marco es hecho de materiales más firmes, después un material más flexible es usado para rellenar el marco.

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El mimbre es ligero pero robusto, haciéndolo una ideal y poco costosa opción para muebles que serán movidos a menudo. Es habitualmente utilizado en la realización de muebles de patio y el pórtico.

Existen referencias documentales del mimbre ya en el Antiguo Egipto. Ha sido propuesto que el uso extensivo de objetos de mimbre en la Edad del Hierro tuvo una influencia en el desarrollo de los patrones usados en el arte Céltico.

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En tiempos recientes, su estético fue influido fuertemente por el Movimiento de Artes y Oficio al final del siglo 20.

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Mimbre y poesía
-E. Barquero-

Mimbrero,

sentémonos aquí en la calle
y armemos con tus hilos blancos
y mis hilos azules
los esenciales artefactos de uso diario
la paz, la mesa, la poesía, la cuna
el canasto para el pan, la voz para
el amor.
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El correcto desarrollo de una silvicultura del Mimbre hace imprescindible dominar aspectos como: Selección de la especie, variedad o color , la preparación del terreno y manejo de la plantación y el con de enfermedades y factores adversos

La reproducción de las salicáceas (álamos y sauces) se realiza normalmente mediante estacas. Para ello se utilizan pequeñas secciones de tallos obtenidos a fines de otoño y principios de invierno, antes de la brotación.

Al momento de seleccionar y colectar el material vegetativo, es importante que las plantas estén en dormancia, es decir, que hayan eliminado sus hojas, lo que suele ocurrir a fines del otoño y comienzos del invierno.

Además, es fundamental considerar otros aspectos como el que sean vigorosas y estén sanas; que no presenten daños, que tengan una buena distribución de sus yemas y que ellas estén bien conformadas, lo que a la larga determinará los buenos resultados del cultivo.

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El Mimbre
Eliseo Diego

Esa dulzura minuciosa y pobre
Del mimbre viejo en el salóm sombrío,
Nos consuela del lunes cuando el frío
Noviembre vuelca sus infaustos cobres

En las sordas cenizas del crepúsculo.
Su frescor a los ojos admirable
Vuelve las soledades soportables
Mientras giran carámbanos minúsculos

Al demente compás de las arañas,
Que imaginan sus fiestas ilusorias.
Conserva el mimbre con la dura gloria
Del macilento mármol que nos daña
La vida en las consolas increíbles.

Y si a veces las ciénagas de Roma,
Pobladas por la lívida carcoma,
O las francesas danzas imposibles

Con su canoso ruido de tiniebla
Sepultan nuestra suerte, claro el mimbre,
Junto a la estatua de siniestro timbre,
Amanece callado entre la niebla.


Las estacas se colectan de ramas jóvenes de máximo dos a tres años, ya que las raíces se forman muy bien en ramillas tiernas. Una vez que se ha elegido una rama, ésta se corta en la base y se procede al corte en secciones de 20 a 25 cm de largo (estacas pequeñas), o de 40 a 50 cm (estacas largas). Aunque no existe restricción en los diámetros de las estacas, diámetros menores de 5 mm son más fácilmente dañadas una vez instaladas en la plantación.

Cualquiera sea la longitud de la estaca, es aconsejable que éstas tengan un corte en bisel, el que debe quedar en forma opuesta y a 1 cm sobre la yema, para prevenir la acumulación de agua. A este corte se le aplica luego un producto fungicida para evitar la entrada de algún tipo de hongo. El corte inferior se hace en forma recta, dejando una parte del leño por debajo.

La plantación debe realizarse durante el invierno, en los meses de Julio o Agosto. Para esto las estacas, convenientemente preparadas, deben ser hincadas cuidadosamente en el suelo preparado 2/3 de su tamaño. Debe evitarse el desgarro de sus bordes para impedir la entrada de enfermedades fungosas.

La elección de los distanciamientos para la producción de mimbre debe tener en cuenta producir la mayor cantidad de varillas, de los diámetros demandados por el mercado. El distanciamiento también determinará el control de malezas que se deba realizar. Plantaciones más densas no requieren control de malezas más allá de los primeros meses de crecimiento, puesto que las cepas producirán tempranamente una cubierta de sombra, que impedirá la aparición de malezas. Plantaciones menos densas necesitarán un control de malezas mucho más intenso y por un período de tiempo mayor.

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Los distanciamientos varían dependiendo del fin perseguido: mimbre fino o mimbre grueso; y de la riqueza del suelo, el clima, la variedad elegida, los cuidados silviculturales, así como del sistema de cosecha.

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Es importante considerar que en las plantaciones densas el cultivo es más costoso y se dificulta utilizar maquinaria.

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Prendimiento de Antoñito el Camborio en el camino de Sevilla
Federico García Lorca


Antonio Torres Heredia,
hijo y nieto de Camborios,
con una vara de mimbre
va a Sevilla a ver los toros.
Moreno de verde luna
anda despacio y garboso.
Sus empavonados bucles
le brillan entre los ojos.
A la mitad del camino
cortó limones redondos,
y los fue tirando al agua
hasta que la puso de oro.
Y a la mitad del camino,
bajo las ramas de un olmo,
guardia civil caminera
lo llevó codo con codo.

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El día se va despacio,
la tarde colgada a un hombro,
dando una larga torera
sobre el mar y los arroyos.
Las aceitunas aguardan
la noche de Capricornio,
y una corta brisa, ecuestre,
salta los montes de plomo.
Antonio Torres Heredia,
hijo y nieto de Camborios,
viene sin vara de mimbre
entre los cinco tricornios.

Antonio, ¿quién eres tú?
Si te llamaras Camborio,
hubieras hecho una fuente
de sangre con cinco chorros.
Ni tú eres hijo de nadie,
ni legítimo Camborio.
¡Se acabaron los gitanos
que iban por el monte solos!
Están los viejos cuchillos
tiritando bajo el polvo.

A las nueve de la noche
lo llevan al calabozo,
mientras los guardias civiles
beben limonada todos.
Y a las nueve de la noche
le cierran el calabozo,
mientras el cielo reluce
como la grupa de un potro.

….


La cosecha del mimbre se realiza a principios del invierno, una vez que se han caído las hojas. En el primer año, los rendimientos pueden ser bajos (3,5 a 5,5 ton seca por hectárea). Sin embargo, es conveniente cosechar todas las varas con el fin de incentivar el crecimiento del año siguiente. Durante el segundo año, los cuidados culturales (desmalezado, riego y fumigado) deben continuar. Los rendimientos de cosecha, en ese año, se triplican, obteniéndose cerca de 9,5 a 12,5 ton seca por hectárea, y aún más si los cuidados silviculturales son más intensivos. En el tercer año los rendimientos alcanzados son de 18 a 25 ton secas por hectárea.

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En los años posteriores, y hasta la octava temporada de crecimiento, los incrementos en rendimiento continúan, pero a tasas cada vez menores. A partir del octavo año los rendimientos comienzan a bajar y al cabo del año 20, se recomienda descepar y plantar nuevamente con el objetivo de compensar las pérdidas de productividad debido al envejecimiento de la cepa.