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álamo

El álamo es un árbol frondoso de crecimiento rápido que contiene unas ramas robustas y una copa bastante ancha. Esta especie puede llegar a vivir 400 años, por lo que en su juventud tiene una corteza blancogrisácea y gris agrietada cuando tiene más años. Tiene unas hojas muy características debido a que son en forma de corazón.

Es originario de las zonas templadas del hemisferio Norte y presenta una altura de unos 30 metros. Son apropiados para fincas, grandes jardines e incluso es utilizado en las grandes ciudades para parques, avenidas y jardines, porque son árboles esbeltos y elegantes. Además, suelen crecer mejor en climas más húmedos donde el terreno es más arenoso y, consigue los nutrientes necesarios para su supervivencia. Sin embrago, también puede adaptarse a sustratos pobres y calcáreos.


ÁLAMO BLANCO
Juan Ramón Jiménez

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Arriba canta el pájaro
y abajo canta el agua.
(Arriba y abajo,
se me abre el alma).

¡Entre dos melodías,
la columna de plata!
Hoja, pájaro, estrella;
baja flor, raíz, agua.
¡Entre dos conmociones,
la columna de plata!
(¡Y tú, tronco ideal,
entre mi alma y mi alma!)

Mece a la estrella el trino,
la onda a la flor baja.
(Abajo y arriba,
me tiembla el alma).





El álamo es una especie destacada de la mitología griega, en donde se cuenta la leyenda de que el dios Hades, soberano del mundo de los muertos, se enamoró de Leuca. A raíz de este amor surgió el álamo, que era el símbolo de su relación. Cuando ella murió, Hades hizo surgir al álamo blanco en los Campos Elíseos, donde se encontraban todas las almas muertas. Como consecuencia de esta historia éste árbol se cultivaba en camposantos y monumentos funerarios.

Otra leyenda en la que el álamo es protagonista es aquella en las que las Helíades, hijas del dios Helios, se quedaron petrificadas al enterarse del doloroso episodio de que su hermano Faetón había muerto. La reacción de las dos hermanas fue de asombro y tristeza, por lo que la fatal noticia las convirtió a ambas en álamos.

En este sentido, era habitual encontrar álamos en ceremonias y ofrendas en honor de Dionisos, dios del vino y de la Naturaleza. Era costumbre que a aquéllos que se consagraban a este culto se les cubriera con hojas de álamo. En los mitos y leyendas griegas este árbol es mencionado, tanto en ocasiones festivas relacionadas como en historias donde la muerte es la protagonista.

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ÁLAMO
Patricia Araya

Soy álamo llorando ríos de tristeza,
más sigo recogiendo polvo del olvido
dejando tu camino limpio y puro

En el tegumento de mis días
sigue plateado mi cariño.
Mis pensamientos van jubilosos y etéreos

Cuando llega tu recuerdo más sopla el viento.
Es cuando mas cromáticos son los acordes de este amor.
Corono tu cabeza con hojas de mi carne

No en vano pasaron veinte años o más
podrían llegar a ser cuatrocientos .
Dicen que el amor es eterno.

He crecido pujanza de vida.
Te ofrendo mis hojas plateadas
en el ritual de muerte vistiéndome camposanto

Me quedo ofreciendo este amor ganador.
Soy hija del dios Helios y en destinos trazados
caen petrificadas lágrimas como hojas de álamo


Esta especie tan característica es utilizada para decorar y oxigenar muchas zonas de grandes ciudades como plazas, jardines, calles... Además, tiene una copa muy grande con lo que es ideal para crear sombra. Igualmente plantar una hilera de álamos es un gran protector de vientos para otras especies que se puedan encontrar en jardines o en parques de la ciudad.

Por otro lado, este árbol tiene un uso muy curioso que sirve para enraizar los esquejes, mediante unas propiedades hormonales que se obtienen a partir de las ramas jóvenes de los álamos. Es necesario cortarlas y dejarlas durante un día sumergidas en agua para que empapen bien. De esta manera, se conseguirá el producto para poder aplicarlo.

Además, tiene propiedades curativas que ayudan a tratamientos diversos de problemas digestivos, afecciones urinarias, en estado de fiebre y problemas de ciática. Es importante saber que no presenta ningún efecto secundario ni efectos tóxicos. Se suelen utilizar para curar el tronco del mismo y en el álamo negro es utilizado las yemas, para hacer infusiones.




Poema de otoño
Javier Delgado

En el álamo más alto
hay un ángel tocando un clarín.

Las hojas acogen al ángel
que corre sin moverse
mientras toca un clarín.

¿Qué nueva batalla se anuncia?

Las ramas del álamo brillan
y se cimbrean al viento.

Nubes blancas envuelven un silencio
que sólo turba el viento
y el chocar de la lluvia en la tierra.

Junto a mi ventana
la copa de un pino zozobra.
Las piñas son pájaros muertos
o aún por nacer.

Y en el álamo grande hay un ángel
tocando el clarín.

¿A dónde se dirige sin moverse?
¿Qué música toca
sin que nadie la escuche?

La tarde acabaré entre tinieblas,
la lluvia brillará rozando las farolas,
el parque goteará sobre arena y asfalto.

No sabremos qué anuncio traía ese ángel
tocando el clarín.

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