Subiendo desde la fuente larga a la derecha del camino se denota el barranquillo que va dejando este manantial empapando el entorno agreste alcarreño, marcando su origen con un puñado de plantas de zarzas espinosas.
El entorno hoy no puede ser más bonito con unos cuantos almendros que ya tienen un buen tronco, como seña de identidad, dando sombra al viajero y adorno al paisaje.
Es una zona de caza actualmente y se ven coches de cazadores los fines de semana parados cerca de estos lares.
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